No es la primera vez que hablamos de la fusión entre la moda y otras tendencias artísticas, y cada vez que ocurre nos felicitamos por haber andado un trecho más en el camino que debería llevar, de forma natural, a la convergencia entre la moda y el arte.
Hoy nos centraremos en la peculiar colección que la excéntrica diseñadora de joyas Delfina Delettrez ha presentado este 2013 junto al prestigioso fotógrafo Daniel Sannwald, un artista emergente en la fotografía contemporánea que ha prestado sus servicios a la diseñadora para confeccionar un vídeo curioso de ambiente espectral.
Magic Triangle es el nombre de la colección de joyas de Delettrez que, pese a mantener algunas de las constantes en las colecciones de la diseñadora esta vez incorpora elementos nunca antes utilizados por ella. Es el caso del topacio, entre otros, y de la nueva técnica de inserción de gemas que Delettrez ha bautizado como “ataque de tiburón”, todo ello para conferir a la colección una atmósfera entre siniestra y melancólica al más puro estilo de Delletrez.
Delfina Delettrez es una artista complicada, entregada de lleno al mundo onírico del surrealismo de Dalí y del dadaísmo de Hugo Ball o Tristan Tzara. Sus fuentes de inspiración son el futuro venidero y el futuro ya pasado, ese que la imaginación de los años 80 y 90 nos reservaba a los humanos del siglo XXI. También los OVNI y todo el mundo y la subcultura que rodea a estos objetos ocupan un lugar privilegiado en el imaginario de la diseñadora; y Magic Triangle no es una excepción. Sólo hace falta que nos fijemos en el nombre elegido: “triángulo mágico”, una clara referencia al controvertido triángulo de las Bermudas y al simbolismo que rodea a esta forma geométrica desde los mismos albores de la historia de la humanidad.
Delettrez siempre ha sabido mantener un frágil, delicado y exquisito equilibrio entre el diseño de moda y el arte. Cada pieza de la diseñadora, además de su valor material en lo que a joyas y gemas se refiere, posee un alto valor simbólico y artístico, algo que obviamente también se plasma en su precio y que convierte a sus creaciones en piezas exclusivas sólo al alcance de bolsillos exclusivos.