Ayer se cerraba en Madrid la primera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week. La responsabilidad de bajar la persiana al primer día del evento recaía sobre Juana Martín y Maya Hansen, las cuales no defraudaron las expectativas que el público tenía depositadas en sus creaciones. La sobriedad y la sofisticación de los diseños de Martín dejaron paso a la fantasía de Hansen, esta vez con un guiño expreso a creaciones de corte cinematográfico, con especial atención a la ciencia-ficción y evidentes resonancias figurinistas al más puro estilo Star Wars.
Los ecos de los premios Goya del cine español estuvieron también presentes en una pasarela donde los personajes femeninos gozaron de un protagonismo especial y preponderante. Mientras Maya Hansen cerraba la edición homenajeando al look galáctico de la princesa Leia, con piezas barrocas de terciopelo y raso combinadas con sus habituales corsés de aire militar, el toque de glamour llegaba de manos de Ana Locking y su colección McGuffin, inspirada en las técnicas de narración de Alfred Hitchcock.
La nueva colección Locking dice mucho más de lo que muestra a simple vista. Las prendas funcionales y el gusto por el prêt à porter, auténticos leitmotiv en la trayectoria de la joven diseñadora, se combinaron con los tejidos rígidos, las faldas voluminosas y las redundantes capas montadas sobre las costuras de sus piezas, una señal evidente y clara del deseo de Locking por establecer una comunicación de corte narrativo con su audiencia. Era de esperar. El estreno en la gran pantalla del biopic sobre Hitchcock no podía pasar desapercibido para la artista toledana que lo refleja, no tan sólo en el nombre elegido para su colección sino, también, en el aire que desprende cada una de las piezas que la componen.
Chaquetas largas y prendas superpuestas en las que el azul de ultramar y el negro cordobán ganan la partida, en contraste con la calidez cromática de los vestidos y las faldas que se descubren bajo ellas. Los estampados geométricos y los motivos florales de tonos rojos y anaranjados dan la nota de color a una colección en la que la seda jaquard y el satén no ceden terreno al neopreno y a los engomados, todos ellos presentes en un conjunto que Locking construye delicadamente, montando pieza sobre pieza, empezando por los tejidos y terminando por los complementos, consiguiendo que cada elemento preserve su importancia en un resultado final más que conseguido. Un resultado que otorga a la sobriedad el papel de dama seductora, coqueta y misteriosa al más puro estilo Hitchcock.