Karl Otto Lagerfeld es uno de los diseñadores más influyentes en la moda de las últimas décadas del siglo XX. Sus diseños son una extensión de su personalidad, extravagantes a veces, recatados y discretos otras pero siempre eclécticos, enigmáticos y elegantes.
Lagerfeld se define a sí mismo amante de la moda, el arte y la cultura a partes iguales. En palabras del mismo diseñador: “Exactamente, las tres cosas que más me gustan son la moda, la fotografía y la literatura. Estas tres cosas las hago y todo viene de mi mente”. Y así son sus creaciones, una mezcla apasionada de moda, imagen y discurso perfectamente tejida y compensada.
Karl Lagerfeld nació en Hamburgo en 1933 en el sí de una familia acomodada y comerciante. A mediados de los años 50 realizó sus primeros pasos en el mundo de la moda de la mano de Balmain, firma para la que empezó a trabajar después de haber ganado un concurso de creaciones de moda para nuevos diseñadores que ha sido, también, el trampolín de otros grandes nombres como Yves Saint Laurent.
Hasta los años 80, Karl Lagerfeld trabajó para firmas como Chanel o Fendi, con las que siguió colaborando tras fundar su propia marca: Lagerfeld, que comercializa desde ropa y complementos hasta perfumes exclusivos. Ha colaborado como diseñador con firmas y marcas exclusivas pero también con cadenas de moda populares como H&M, ha publicado trabajos fotográficos que han obtenido reconocimiento internacional y ha publicado libros como, entre otros, una guía para perder peso.
Pero si por algo el diseñador es conocido en todo el mundo, además de por sus exquisitas creaciones, es por su carácter excéntrico y provocador. Allá donde va Lagerfeld es casi seguro que habrá titulares en toda la prensa internacional, no tan sólo en la especializada sino también en la de interés general. Así es Lagerfeld: por donde pasa le gusta dejar huella.
Rey de la moda, le llaman en su país. Y sin duda Legrfeld se ha ganado con méritos este apodo. Y aunque a muchos les parezca extremadamente snob y escéntrico, sin duda la moda de finales del siglo XX no sería la misma sin Karl Lagerfeld.