Sarah Jessica Parker es reconocida por su carrera como actriz, de hecho, lleva desde los 14 años vinculada a esta profesión, pero sin duda, no se entiende el papel de esta sin la trascendencia que tienen dentro de la industria de la moda. A pesar de llevar desde que era una niña trabajando como actriz fue su papel en Sexo en Nueva York como Carrie Bradshaw la que la convirtió en toda una it girl. En la serie, con un gran éxito mundial, no solo se hablaba de sexo y hombres, también estaba muy presente la moda en cada uno de los episodios de la fama. Tenían un gusto especial por ella, cada una en su estilo, y todo el mundo soñaba con el vestido de Sarah Jessica Parker en la serie, es decir, Carrie.
Tal es así que cuando le piden matrimonio en la ficción lo hacen con unos Manolos en azul que llevaría en el día de su boda, convirtiendo a esta firma de calzando en uno de los emblemas de la serie. Esto repercutió sin duda en un fama hacía su protagonista, Sarah Jessica Parker, que la convirtió en lo que hoy denominamos “it girls” o lo que es lo mismo, chica de moda. A pesar del fin de la serie, Sarah Jessica ha demostrado su fuerte personalidad a la hora de vestir, su elegancia sublime y su incidencia sobre el público femenino.
El secreto de su éxito es saber encontrar el equilibrio perfecto entre elegancia y modernidad. Sabe arriesgar como nadie pero sin que esto llegue a resultar inapropiado o excesivo. Su importancia se ve clara cada vez que acude a una alfombra roja, consigue popularizar lo que lleva y ponerlo de inmediato de moda. No solo le ocurre con las prendas o zapatos que luce sino también con el peinado. Si hay uno que define a la perfección a Sarah Jessica Parker ese es el moño, alto y con todo el pelo retirado solo ella sabe lucirlo con suma elegancia. Sarah Jessica Parker es con su estilo único, una auténtica “it girl”.
