Atrás quedaron los días de fiestas, las reuniones con amigos y familiares, las abundantes comidas, los regalos y los vestidos de brillos. Es hora de guardar todo hasta el año que viene y claro, por muy progresiva que sea la vuelta a la rutina, se nota. Ya no estamos en Navidad y es hora de empezar con los propósitos de año nuevo. Si quieres sobrevivir a la vuelta a la rutina apunta estos sencillos consejos.
En primer lugar, deja atrás los excesos. Este es posiblemente, junto con aprender idiomas o ir al gimnasio, uno de los que siempre permanecen como propósito de año nuevo. Dejando de lado si lo que quieres es perder o no peso, lo fundamental es que comamos sano. Beber mucha agua y tomar verdura nos ayudará a desprendernos de todo lo que hemos comido estas navidades. No es necesario dejar de comer o privarnos de algún que otro capricho, pero hay que ser determinante en este sentido. Comida sana y algo de deporte irán genial para volver a nuestra rutina alimenticia.
Otro de nuestros consejos es que nos vayamos adaptando a nuestro ritmo habitual poco a poco. No pasemos de los días tirados en el sofá a llenarlos de trabajo, asuntos, ocio, y el huequito que nos queda, gimnasio. El primer y segundo día estaremos fenomenal, pero llegará el tercero y ya estaremos sufriendo algo de agotamiento. Esto es negativo, porque si nos vamos de vacaciones para desconectar y a la vuelta no vamos de manera progresiva, nuestro nivel de agobio y estrés estará demasiado pronto igual que cuando nos marchamos. Por eso, lo mejor es dejar el gimnasio, el baile o aquellas actividades que son más opcionales en nuestra vida pero que también son una obligación, para la segunda semana post-vacacional.
El tercer consejo para sobrevivir a la rutina es mira al frente y disfrutar de las cosas positivas que nos ha dado la Navidad. Venir cargados de conversaciones con padres y tíos, aprovechar los regalos de reyes más que nunca, disfrutar con nuestros hijos de sus nuevos juguetes y tener una media hora para uno mismo, para sentarse, cerrar los ojos y relajarse. Solo si conseguimos llevarnos lo positivo de estas fiestas para focalizar lo positivo que vendrá en los próximos meses, conseguiremos volver a la rutina con ganas.
