Cada vez que comienza una nueva temporada encontramos prendas que van a parecer imprescindibles. Y este es el caso del mini vestido. Las nuevas colecciones nos acercan un buen número de vestidos muy cortitos que recurren a varias tendencias distintas mara marcar la diferencia. Obviamente, no podemos olvidar que estamos en otoño y nos acercamos al invierno a marchas forzadas, así que los vestidos negros son unos de los más vistos en cualquier comercio. Las marcas de moda apuestan por el Little black dress para implementar las colecciones más auténticas.
Está claro que es fundamental que tengamos uno de estos LBD en nuestros armarios otoñales. Son perfectos porque los podemos combinar de mil maneras. A mí, por ejemplo, me encanta darles un toque muy informal usándolos con medias oscuras, bien tupidas y botines en color camel. Aunque con las fantásticas slippers, que tan de moda están, también me parecen una maravilla.
Si vais a recurrir a un mini vestido negro tened en cuenta que las opciones son tantas que lo podréis utilizar en un sinfín de ocasiones. Al final la diferencia la marcarán los complementos y las combinaciones que se elijan para aportar carácter a la prenda. Para una noche especial, con unos tacones de infarto y los accesorios adecuados también será una muy buena opción.
Un mini vestido: varias tendencias
Si nos fascinan las tendencias otoñales que tenemos en los escaparates no podremos dejar pasar la opción de hacernos con un mini vestido estampado. Para ello, los estampados florales son una maravilla. Este tipo de prendas evocan directamente a aquellos años setenta que tan cerca tenemos gracias a la moda actual. Además, el evasé para estas prendas parece estar a la orden del día.
Los estampados geométricos también se hacen notar esta temporada. Y es que este año la moda nos acerca prendas tan dispares que es una pesada vestirnos. Eso sí, cada vez es más complicado elegir entre tantísima tendencia.
Un mini vestido de color puede ser una buena opción. En las colecciones actuales los vamos a ver recurriendo a varias tonalidades distintas, aunque ganan los vestidos en color marsala, los verdes, azulones y los rojos. Yo apuesto por los colores invernales para que nuestro outfit se convierta en algo muy especial.
No obstante, tenemos una opción que no hay que dejar escapar. ¿Qué sería del otoño invierno sin los tonos grises o marengos? Estas prendas básicas son perfectas para el día a día. Este tipo de colores, mucho más clásicos, son estupendos para conseguir estilismos ideales y muy otoñales. Al final, lo más importante es optar por un mini vestido que nos siente bien y de un color que nos diga algo. Y esto es facilísimo esta temporada.