Justo en la temporada en la que parece que las prendas de piel vuelven a estar de moda en la palestra del diseño mundial, resurge el continuo debate sobre la peletería y la industria de la moda. Pese a ser un debate recurrente, de vez en cuando tienen puntos de inflexión que le hace saltar a los medios de comunicación internacionales. Todo ocurrió el pasado mes de julio, cuando Fendi presentó una colección de alta peletería en los desfiles de Haute Couture que se celebraron en París para mostrar las colecciones de otoño invierno que veremos el próximo año.
¿Peletería en la alta costura? Esto es lo que debieron pensar algunas organizaciones ecologistas que pusieron el grito en el cielo. Y así, de la mano de una popular Brigitte Bardot, hicieron saber al mundo su descontento. La famosa actriz, de 80 años, hizo llegar una carta a la gatita de Karl Lagerfeld explicándole los motivos de su pavor. Lagerfeld es colaborador habitual de la firma Fendi.
Lucha contra la peletería
Como ya hemos dicho, la batalla contra la industria de la peletería es muy antigua y viene gestándose desde hace décadas. Los ecologistas pretenden que se usen pieles sintéticas para lograr una ropa mucho más cuidadosa con el medio ambiente. En este sentido, cabe destacar a diseñadores como Stella McCartney que nunca utiliza productos de peletería en sus prendas y, además, intenta que sus materiales sean de plantaciones ecológicas.
En este sentido, algunos diseñadores sostienen las pieles son productos extremadamente ecológicos que tienen una durabilidad muy alta y además son biodegradables. Además, cuentan que la peletería sintética proviene del petróleo y eso no es en absoluto biodegradable ni ecológico. Así que debate servido.
Otro campo de batalla es el de los criaderos de animales para desarrollar productos de peletería. Por norma general, las firmas de moda de calidad tienen esto muy controlado, evitando en todo momento criaderos ilegales en los que se maltrate a los animales a sangre fría. Recordemos, por ejemplo, la reciente polémica surgida entre la prestigiosa Maison Hermès y su musa Jane Birkin. La modelo se enfadó al ver un video de cómo se trataba a los cocodrilos en una granja de Texas para usar luego sus pieles en productos de lujo como los bolsos o los zapatos. Fue tal el cabreo que pidió formalmente a Hermès que retirara su nombre al icónico bolso de la firma. La casa francesa se tuvo que explicar y confirmar que esa granja no es proveedora suya y que sus proveedores no realizan esas prácticas.
Así que el debate sobre la peletería sigue en auge y seguro que dura muchísimos años más. Ahora solamente nos queda comprobar qué es lo que harán las grandes firmas de moda al respecto.