Creo que todos recordamos a Madeline Stuart, la joven australiana afecta de Síndrome de Down que logró cumplir su sueño y convertirse en modelo profesional debutando en la semana de la moda de Nueva York. Esta joven modelo desfiló para la firma de moda FTL Moda, que le regaló la oportunidad de poner en marcha un sueño fabuloso.
No me gusta nada hablar de discapacidades porque todos hemos podido ver que Madeline Stuart, como tantos otros jóvenes, es muy capaz y así lo ha demostrado. ¿Su problema? Pues simplemente que tiene un cromosoma de más. Por todo lo demás, las personas afectas de esta patología, pueden desarrollar una vida prácticamente normal, siempre apoyadas por su entorno. Además, nos llegarían a sorprender sobremanera con las increíbles capacidades que llegan a mostrar.
Madeline Stuart ha revolucionado el mundo de la moda logrando subirse a una pasarela de las más prestigiosas del mundo. Lo mejor de todo es que lo ha hecho como modelo profesional, lo que nos indica que su carrera no termina aquí, o por lo menos eso espero yo. Pero hay otras tantas personas anónimas que padecen Síndrome de Down y salen a sus puestos de trabajo a diario para desempeñar una jornada laboral de lo más provechosa. Quizás la joven modelo sea la cara pública que muestra las increíbles opciones que tienen estos jóvenes, pero lo cierto es que muchísimos de ellos ya se ganaban la vida como cualquier otra persona.
Además de Madeline Stuart, la semana de la moda de Nueva York tuvo más sorpresas. Por primera vez desfiló una modelo con una prótesis de brazo biónica, Rebekah Marine. Parece que los estereotipos del mundo de la moda están cayendo poco a poco. Además, pensemos que la perfección está en los ojos del que mira no del que pasea por una pasarela. Ambas modelos se apoyaron la una en la otra y en sus redes sociales para contar la experiencia más apasionante de sus vidas y es que debutar en Nueva York debe ser fantástico para cualquier modelo que se precie.
Madeline Stuart subió a la pasera en dos ocasiones. En un primer lugar lució un diseño inspirado en el mar y de marcado carácter futurista y la segunda vez desfiló enfundada en un traje de noche que seguía la esencia marcada por la firma durante todo el desfile. Al parecer la joven australiana se sintió muy arropada por sus compañeras en el backstage, lo que le hizo ganar seguridad y aplomo en su pase de la noche. Ojalá estos casos no se queden en una mera anécdota para ganar publicidad por parte de las marcas y ambas modelos continúen con sus carreras profesionales, desmontando algunos de los mitos del mundo de la moda más desfasado.