Ayer se puso fin a unas de las Semanas de la Moda más intensas y espectaculares de la historia, y lo hizo con un día repleto de excelentes diseñadores entre los que destacaba un nombre, Louis Vuitton. Esta firma engloba un halo de sofisticación y elegancia que sigue perpetuo a pesar del paso del tiempo. Consigue reunir a las grandes celebridades en torno a sus desfiles y deja a todo el mundo estupefacto ante sus diseños. Ambientado en los años 20, el desfile tuvo un escenario con mucho encanto. Se trataba de un pasillo de hotel de aquella época donde las modelos se sucedían dando vida, de nuevo, a una época que en su día, significó mucho para la moda. Así presentó Marc Jacobs su colección para el otoño-invierno 2014 para Louis Vuitton donde los años 20 se encuentran fielmente representados.
Representados en la decoración de la pasarela y también en los diseños que vimos, donde no pudo faltar una prenda definitoria de aquellos años, el camisón. Los vestidos en seda, parecen más bien parte de la lencería de la mujer. Caen vaporosamente sobre el cuerpo de esta aportando un toque actual gracias a los estampados florales y al encaje. Los abrigos y vestidos como ya hemos ido viendo en otras colecciones se situarán algo por encima del tobillo y los cinturones tendrán un papel determinante para estilizar el cuerpo de la mujer. Loiuis Vuitton también apuesta por los volúmenes pero de manera más sutil, y el abrigo de pelo seguirá siendo la estrella para la próxima temporada.
Como guinda final Kate Moss, esa supermodelo que sigue demostrando que el paso del tiempo no va con ella, apareció con peluca y un maravilloso vestido semitrasparente con gran escote y pedrerías repartidas con gusto por toda la prenda. Un desfile, el de Marc Jacobs para Louis Vuitton que dejó de nuevo claro porque esta marca sigue gozando de ese prestigió innato que la posiciona en una de las primeras marcas de moda a nivel mundial. Regresa a los años 20 con el glamour y el estilo que solo Louis Vuitton sabe dar.