Apostar por llevar el pelo corto es sinónimo de personalidad. Sin embargo, una vez que decidimos cortárnoslo, nos quedamos con pocas opciones para cambiar de peinado. Un día tras otro, una se ve siempre igual ante el espejo y eso, aburre. Así que de repente nos encontramos ante un pelo sin chiste y con la única alternativa de dejarlo crecer. Pero, ¿Quién dijo que no podemos variar con el pelo corto?
Si tenemos el pelo corto y liso nuestras posibilidades aumentan ya que con unas tenacillas y 15 min de paciencia podremos hacernos ondas en el pelo. Esto aporta un aire informal, perfecto para looks casual. Si lo tenemos rizado es mucho mejor dejarlo como está, porque normalmente al alisarlo se queda con sensación de encrespamiento y queremos evitar esto a toda costa.
Algo muy sencillo pero que puede cambiar la expresión de nuestra cara y dar otro aire a nuestro pelo es cambiar de lado la raya. Si normalmente la llevamos en medio, nos la pondremos hacía un lado y al contrario. Aunque pueda parecer absurdo, tiene resultados geniales, y todo el mundo lo notará.
Para estas fiestas no hay nada que quede más elegante para dar otro aire que meternos el pelo detrás de las orejas. Retirarlo de la cara hace que nuestro maquillaje y las facciones de esta resalte mucho más.
La coleta siempre funciona y además es cómoda. Si tienes el pelo tan corto que apenas te da para hacerte una, háztela baja, si lo tienes algo más largo, te las puedes hacer de ambos modo. Pero ten en cuenta que una cola alta queda perfecta para looks arreglados, apuesta por un maquillaje con personalidad y ¡voilá! Además, si tienes poca maña en esto de peinarte, hazte fan de las horquillas, felpas, lazos y apliques varios que den a tu pelo corto, otra vida. En tiendas como Primark, y por un precio más que razonable, hay multitud de complementos para el pelo, desde las flores de colores para el verano hasta los gorros de lana para el invierno. En cuestión de pelo, todo vale.
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