El maquillaje es una arte desde la antigüedad y desde entonces los cosméticos tienen un papel importante en la transformación del rostro femenino. El maquillaje solía utilizarse para despertar y estimular ciertos sentimientos y cualidades, tanto en el observador como también en la persona maquillada. El maquillaje hace a una mujer sentirse completa.
En todas las culturas, los productos cosméticos ayudaban a embellecer el rostro femenino. En China, las mujeres solían hacerse un signo rojo en el centro de la frente, una práctica que todavía se mantiene en la India y Nepal, donde significa un compromiso de vida espiritual o religiosa. En Egipto, las mujeres después de un baño perfumado, solían hacerse un maquillaje en la cara de forma meticulosa utilizando mezclas complejas.
En Grecia, las mujeres utilizaban carbonato básico de plomo para lograr tener un rostro blanco. Esta sustancia ha sido popular desde hace siglos hasta que se descubrió que su toxicidad podía causar incluso la muerte de la persona.
En Italia y especialmente en Roma, el uso de ungüentos y de maquillaje era muy frecuente. Los perfumes y los cosméticos tenían gran demanda por todo el Imperio Romano. Desde ese entonces la ciencia cosmética ha venido evolucionando hasta llegar a ser lo que es hoy en día, y con las las grandes investigaciones en química moderna y los avances en la industria de la perfumería, tendremos que esperar las novedades que nos traerá el fascinante mundo de la cosmética.