Seguimos adelante con la aventura de descubrir los lazos que unen a la psicología con los colores de las corbatas. Después de repasar cuatro de los colores principales, veamos ahora el resto de la escala cromática, qué colores han adquirido un peso específico importante en los últimos tiempos y algunos de los tonos recientemente incorporados, con mayor o menor acierto, al mundo de las corbatas.
El verde no es un color nuevo en las corbatas, aunque sí lo es el uso de sus tonos más claros y hasta de cierta fluorescencia. Como ocurre con otros colores, las corbatas de verdes oscuros denotan estatus, clase, señorío y conservadurismo. La esperanza, asociada al color verde desde siempre, comparte banquillo con la fecundidad, el bienestar, el poder, la holgura de bienes y los posibles sociales y económicos… el verde es, pues, un color tradicionalmente asociado a banqueros, corredores de seguros, agentes comerciales de sectores exclusivos o productos de lujo y un largo etcétera de profesiones, siempre liberales, relacionadas con el poder y las clases sociales más boyantes.
Pero últimamente los tonos más claros se han incorporado al mundo de las corbatas juveniles evocando confianza en el futuro, optimismo, felicidad y cierto aire de despreocupación. Las corbatas gruesas y anchas y los nudos Windsor con sus variantes entran en las posibilidades de los primeros; las corbatas finas y los nudos desenfadados, de estilo cruzado, italiano u oriental, y también las corbatas de lana combinan de lujo con las corbatas verdes de aire juvenil.
El gris es un color que ha ganado terreno entre las corbatas juveniles, siempre asociado a corbatas finas y estrechas o a corbatas gruesas confeccionadas con materiales como la lana. Pero lo cierto es que en los ambientes más formales, el gris ha caído en un desuso casi generalizado debido al auge de otros colores que denotan más carácter, más resolución y menos apatía profesional que el gris.
El amarillo es un caso a parte. Desde el amarillo canario hasta el sahara fuerte, este color sigue formando parte de la escena sin ganar ni perder peso. Es ideal para ambientes informales o para profesionales, especialmente de la comunicación, muy seguros de sí mismos y preferentemente con carreras de reputación demostrada tras de sí. Es un color caprichoso, así que mucho cuidado con él: en algunos puede denotar buen humor, alegría y calidez sin mermar la seguridad y la confianza, mientras que en otros puede resultar absolutamente ridículo y casi enfermizo (en ocasiones hasta obsceno).
Y cerramos este post con el naranja, un color en auge en muchas facetas de la moda, no sólo en las corbatas. Que el naranja es un color de moda lo demuestran la gran cantidad de compañías que lo han incorporado a sus colores y señas corporativas. Entonces, ¿por qué las corbatas iban a ser menos?
El naranja combina bien con corbatas y nudos de cualquier tipo. Es sumamente versátil, se siente cómodo en casi todas las situaciones y combina bien con una gran cantidad de conjuntos, prendas y complementos. Transmite alegría, dinamismo, jovialidad y, a la vez, seriedad, equilibrio y confianza en uno mismo. Es ideal para las estaciones de calor y brilla con una especial belleza bajo la luz del sol de primavera y verano. Si duda, una opción a tener muy en cuenta a la hora de elegir nuestra corbata.
Esos modelos de corbatas son hermosos particularmente la anaranjada con pentagramas musicales, deseo saber si son de seda natural y la marca, el precio y como puedo adquirirlas por internet.
Hola Alberto, muchas gracias por tu comentario; las corbatas del post algunas son de seda,otras de lana; la anaranjada a la que te refieres es de seda (no sabría decirte si natural o no); puedes adquirirla en una página online alemana que se llama Linefeed.net.
¡Continúa navegando por nuestro blog!