Cuando queremos ir algo más arregladas de lo habitual nada mejor que optar por llevar una prenda que cumpla justo con esa función. Las prendas de ropa que mejor funcionan en este sentido son la falda y el vestido. Ambos dejan amplias opciones para llevarlo y acompañados de un bonito tacón serán capaces de crear un outfit formal de lo más chic. Lo último en faldas para este propósito son las faldas de tul y las faldas de pluma. Dos modelos que si bien no son ejemplo de discreción si lo son de sofisticación. Evidentemente no todo el mundo apuesta por llevar una falda de plumas a un evento en concreto, es más, muchas pensaran que es de todo menos elegante, pero lo cierto es que darle oportunidades a ciertos estilos por los que jamás apostaríamos nos puede enseñar que estábamos equivocadas. De hecho, en las tiendas ya podemos ver faldas de plumas de todo tipo, por lo que no es necesario coger la llamativa falda color coral de Zara, si somos menos atrevidas optemos por un color más discretos como el negro, un aliado perfecto para la noche.
Las faldas de pluma son un gran signo de personalidad. Evidentemente llevarlas ya lo es, y si conseguimos combinarlas de manera acertada, más todavía. En primer lugar, debemos decidir qué modelo irá más con la ocasión o con lo que tengamos pensado llevar. Estas faldas son siempre cortas por lo que son geniales para lucirlas sin medias esta próxima temporada primavera-verano. Además, también permite que se vean los tacones, así que podemos apostar por un tacón fino y elegante que no eclipse el protagonismo de la falda. Las faldas de plumas las hemos podido ver en nude, negro, naranja, azul Klein y beis. El color que escojamos evidentemente dependerá de la estación del año y de nuestras preferencias cromáticas.
Un detalle importantísimo para no equivocarnos a la hora de llevar con elegancia una falda de plumas, es que esta, es la protagonista total y absoluta del look, por tanto el resto de prendas que intervengan deberán ser ante todo sencillas y discretas. Hay que evitar ponernos una falda de pluma con una blazer con tachuelas y unas tacones con pedrería, lo único que haríamos sería distraer la atención en diferentes puntos de nuestra vestimenta, lo crea confusión para quien lo ve y damos al traste con nuestro look perfecto.