Una de las prendas más cómodas de llevar durante el embarazo es el vestido, principalmente porque al contrario de lo que sucede con unos jeans no estamos ajustadas a la prenda sino que contamos con una amplitud mayor y esto nos resulta más cómodo. Pero no solamente es nuestra prenda aliada durante el embarazo por su comodidad, también es económica, combinable y la única prenda que tendremos opción de llevar tras el embarazo. El precio de un vestido suele rondar los 30€, en rebajas, incluso podremos comprarlo por la mitad. Además, la suerte del vestido es que no es necesario comprarlo específicamente para premamá, ya que en cualquiera de nuestras tiendas de moda favorita es posible comprar vestidos en tallas XL que nos sirva durante el embarazo. Si en estos nueve meses además de cómodas conseguimos llevar ropa de nuestro estilo, nos sentiremos también muy femeninas. Con vaqueros o pantalones, será imposible enfundarnos unos que no sean para premamá porque no entraremos y no están preparados para ello.
Otra de las razones que más preocupan a las embarazadas es el uso que darán a esa ropa durante y después de los nueves meses de gestación. Durante ese tiempo, lo mejor para poder sacar el máximo partido a los vestidos que compramos es optar por colores lisos como el negro, el blanco o el nude. Tonos cromáticos muy sencillos, a los que podremos añadir diferentes accesorios y zapatos, y aun así quedar bien. Con este detalle, el de la elección del color, conseguiremos ponernos multitud de veces un mismo vestido y que parezca cada vez distinto gracias a los detalles de los complementos. Después del embarazo, lo normal es que si usamos alguno, sea cuando el embarazo aun no era tan avanzado y la talla del vestido no era demasiado grande aun. Teniendo en cuenta que la tendencia oversize se lleva tanto, si posterior al embarazo nos ponemos un vestido no ajustado al cuerpo hay que pensar que vamos acorde con las últimas tendencias de la moda.
Los modelos de vestidos de embarazada más favorecedores son aquellos estilo túnica, nada ceñidos al cuerpo y que dejan total libertad de movimiento. Si optamos por un estampados, hay que intentar que este sea de lo más discreto porque si no nos hará aumentar considerablemente de volumen. Si buscamos un color en concreto el básico negra siempre queda bien y además podremos usar tanto en verano como en invierno ya que es un color atemporal.