El gran diseñador Pierre Cardin nace un 2 de julio en Italia, en el año 1922, en la famosa región del Véneto. Apasionado desde la más tierna edad por las formas geométricas, las proporciones matemáticas y el espacio, Cardin se traslada a París al finalizar la Segunda Guerra Mundial, en 1945, para estudiar arquitectura.
Muy pronto compaginó sus estudios con el trabajo en los talleres de Jeanne Paquin y Schiaparelli, hasta que sus quehaceres profesionales superaron sus intereses académicos y se lanzó de lleno al mundo de la moda. En 1947, Pierre Cardin ya era el encargado jefe de los talleres de Christian Dior, y se proponía a avanzar en su carrera pesara a quien pesara. Llamó, entre otras, a las puertas de Balenciaga, pero ninguna de ellas se abrió y decidió olvidarse del beneplácito de los demás y lanzarse a la aventura por cuenta propia. Fundó su propia firma en el año 1950, y en tan sólo 3 años ya estaba sacando la cabeza en la escena de la alta costura parisina de la complicada década de los 50.
Como ha sucedido casi siempre en la biografía de Pierre Cardin, muy pronto fue considerado el Primer Costurero de París, tan sólo 8 años después de haber iniciado su andadura en solitario. También en ese momento, a finales de los años 50, Cardin fue expulsado de la prestigiosa Cámara Sindical, una especie de gran academia de la moda parisina, por haber presentado una colección pret-a-porter completamente inadecuada para la alta costura, según las voces más clásicas y los pareceres más tradicionales de la época. Pronto fue readmitido, pero la mella dejada en la encorsetada moda francesa de la época y el efecto causado por su estilo vanguardista y futurista tendría sus ecos hasta nuestros mismos días.
El espacio, las formas geométricas, la moda unisex, los artificios y las composiciones futuristas y complicadas son algunos de los rasgos más característicos de la obra y el estilo de Pierre Cardin, que va mucho más allá de la alta costura y se acerca a una gran cantidad de ámbitos artísticos distintos, desde las artes escénicas hasta la alta cocina y el sectos del automóvil.
Extravagancia, futurismo, arte vanguardista y audacia son las etiquetas que más gustan a Pierre Cardin, sin duda, uno de los grandes entre los más grandes del universo de la moda.