Las bodas son de esos eventos que requieren que todos los asistentes acudan a ellas vestidos de manera más formal. Los invitados también serán importantes ese día y por eso mismo su indumentaria tendrá tanto protagonismo como el de los novios. Hay quienes incluso recomiendan junto con la invitación de boda como deberían ir vestidos sus asistentes. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones la elección de las prendas que luciremos para ese día dependerá enteramente de nosotros. Una responsabilidad que provoca de inmediato que nos preguntemos ¿Qué vestido me pongo para la boda? Apunta nuestros consejos.
En primer lugar y algo que es por todos conocidos, no robar el protagonismo a la novia. Esta afirmación nos lleva de inmediato a descartar el blanco como opción de color para el vestido que compremos. No debe ser blanco porque el de la novia lo será y por tanto, estaremos restando atención a esta. A no ser claro que se especifique. Está muy de moda realizar bodas a pie de playa de estilo hawaiano, y en estas ocasiones los invitados, todos ellos, van de blanco. De todos modos, en estos casos, se aclarará junto con la invitación, si no es así descartar como tono el blanco para nuestro vestido.
Otro de los consejos para no equivocarnos con la elección del vestido para asistir a una boda es que debe ajustarse al tipo de ceremonia. Un consejo sencillo pero que en la mayoría de las veces no se tiene en cuenta. Deberemos ir con vestido por la rodilla o algo por encima de esta si la boda es por el día, y solo recurriremos a trajes largos si la ceremonia es por la tarde. Si seguimos esta pequeña pauta a la hora de elegir vestido nos evitaremos ir inapropiadas. Tan importante como esto lo es evitar grandes escotes, vestidos demasiado cortos o colores chillones. Lo que mejor funciona en este tipo de eventos es la sencillez, menos es más.
También hay que aceptar que las modas cambian y por eso es difícil que un vestido que nos pusimos hace diez años para una boda siga siendo actual. Hay que ir renovando vestuario porque si no pareceremos sacadas de la prehistoria. Si tenemos estos pequeños consejos en cuenta y le añadimos nuestro estilo y gusto personal conseguiremos llevar el vestido perfecto para la boda perfecta.